La Convención de Viena de 1961 sobre relaciones Diplomáticas vino a
regular a nivel mundial el establecimiento de las relaciones Diplomáticas entre
los países y muchos otros aspectos de importante trascendencia, como lo son los
privilegios e inmunidades que gozan los agentes diplomáticos.
Desde la antigüedad hay una costumbre internacional, la cual se conoce
como consuetudinaria, misma que se
aplicaba y se sigue aplicando en términos del establecimiento de las relaciones
diplomáticas. Podemos por consiguiente hacer algunas menciones de estas costumbres,
por ejemplo en la antigüedad los mensajeros dejaron de serlo, y pasaron a
convertirse en negociadores con ciertos privilegios muy limitados, hoy en día
esto es un hecho; todo embajador es un buen negociador. Sin embargo, desde la
Paz de Westfalia ya se venía tratando de darle cierta formalidad a estas
relaciones diplomáticas consuetudinarias con el fin de formalizarlas.
La Convención de Viena de 1961 constituye el principal acuerdo multilateral
de envergadura incalculable en las relaciones diplomáticas, su base fue
formulada por la Comisión de Derecho Internacional de las Naciones Unidas, esta
comisión bajo la resolución de la ONU No.885 que fue adoptada en el VII periodo
ordinario de sesiones de la Asamblea General, realizó un proyecto que fue
sometido a finales de 1957, el cual tenía como fin regular las relaciones
diplomáticas entre los países del mundo.
Finalizadas las consultas y las observaciones, la Asamblea General aprobó
la resolución 1450 en la cual se pedía al Secretario General de la ONU que
convocara a una conferencia que tendría lugar en Viena en 1961. Esta
conferencia se celebró del 2 de Marzo al 14 de Abril de ese año y participaron
81 delegaciones de todo el mundo. La convención entró en vigor el 24 de Abril
de 1964, cuando se depositó el vigesimosegundo instrumento de ratificación, ya
para 1975 habían sido parte de esta convención 117 estados.