Problema
Fronterizo Dominico-Haitiano
INDICE
Contenido
Paginas
CAPITULO I
Introducción
Aspectos
Generales………………………………………………….…..:
5
- La Paz de Nimega………………………………………………..: 6-8
- La Paz de Ryswick……………………………………………….: 8
- En busca de un acuerdo definitivo:
Aranjuez
de 1777…………………………………………................…:
9-11
- Convención de Puerto Príncipe del 25 de
Agosto
de 1773…………………………………………………………….:
10-11
- Acuerdo de Basilea de 1795…………………….…………….: 11-12
- Causas y Consecuencias de la Invasión Haitiana
De
1822………………………………………………………………………:
13-15
- Medidas Adoptadas por Boyer…………….……………: 14
- Consecuencias…………………………………………..…….: 14-15
- Tratado Fronterizo entre Republica Dominicana
Y
Haití de 1929 y su protocolo de revisión de 1936…………: 16-17
Conclusión
Esta
investigación en ocasión de
cursar
la asignatura Relaciones Dominico-Haitianas esta enfocada en dar a
conocer los conflictos fronterizos que han marcado la historia y el
devenir de ambos pueblos empezando por la época colonial, de igual
modo los acuerdos en delimitación fronteriza.
Las
relaciones y los conflictos en la época colonial estuvieron
determinados por las relaciones entre las potencias europeas. Así
por ejemplo como resultado de las negociaciones entre España y
Francia se firmó el Tratado de Nimega; en el 1697 España reconoce
la presencia de los franceses en la parte Oeste de la isla, a través
de la firma del tratado de Ryswick. Sin embargo, los conflictos
fronterizos continuaron hasta que en el 1776 se firmó el tratado de
San Miguel de la Atalaya, conocido así por ser el lugar donde se
acordaron las delimitaciones fronterizas, el tratado de Aranjuez de
1777 es que ratifica y formaliza estos acuerdos. Situaciones
político- Económico-sociales entre Francia y España hacen que
esta última ceda a Francia lo que se conocía como la parte oriental
de santo domingo español. Esta parte de la isla es devuelta a España
a través del acuerdo de París de 1814 tras la derrota de Napoleón.
Así
mismo veremos aquí las consecuencias de la ocupación haitiana de
1822, las controversiales negociaciones en el gobierno de Ignacio
María González y el Tratado Fronterizo entre República Dominicana
y Haití de 1929 y su Protocolo de Revisión de 1936.
Aunque
los limites de la frontera hoy en día no están en juego esta
representa un punto de conflicto entre ambos países, debido
principalmente a la migración y comercio en todos sus ámbitos.
OBJETIVO
GENERAL
Analizar
los Problemas y acuerdos Fronterizos entre la República Dominicana y
Haití.
OBJETIVOS ESPECÍFICOS
- Analizar la Paz de Nimega en 1679.
- Investigar sobre la Paz de Ryswick en 1697.
- Especificar los límites establecidos en el tratado de Aranjuez de 1777.
- Conocer los resultados del acuerdo de Basilea de 1795.
- Explicar las causas y consecuencias de la invasión haitiana de 1822.
- Ampliar sobre el Tratado Fronterizo entre República Dominicana y Haití de 1929 y su Protocolo de Revisión de 1936.
I.
Problemas y acuerdos Fronterizos entre la República Dominicana y
Haití.
1.1
La Paz de Nimega
Para
ampliar sobre lo que fue la paz de Nimega tenemos que ver cuales eran
las circunstancias por las cuales se firmo esta paz. De hecho
podríamos analizar otros factores que llevaron a reconocer la
presencia francesa en la parte occidental y a fijar una línea
fronteriza impuesta de manera informar.
Tan
importante llegó a ser el contrabando en La Española que a
comienzos del siglo XVII la mayor parte de su producción era
adquirida por franceses, ingleses u holandeses, y en menor medida
portugueses, los cuales atracaban sus barcos lo más lejos posible de
la ciudad de Santo Domingo (donde estaba asentada la burocracia
real).
Las
zonas preferidas eran la norte y la occidental, con los puertos de
Puerto Plata, Monte Cristi, Bayajá y La Yaguana. En esos poblados,
el comercio ilegal llegó a tener un carácter regular y la anuencia
y complicidad de las propias autoridades locales, esto debido al alto
costo de las tasas de exportación y los productos deteriorados que
llegaban de España. Los propietarios de los hatos ganaderos
radicados en el resto de la isla (incluidos los de la ciudad de Santo
Domingo) preferían llevar sus reses hasta esas zonas y vender sus
cueros a los contrabandistas, ya que recibían un mejor precio.
Esta
“independencia” económica que mostraban los vecinos de la isla
frente al gobierno español se vio incentivada por la penetración
cultural que se verificó en “la Banda del Norte” –la región
del contrabando–, donde se efectuaban bautizos protestantes con
padrinos extranjeros, y en la que se confiscaron biblias luteranas.
La
Corona tomó entonces una medida drástica: decidió despoblar el
oeste y el noroeste de la isla por recomendación de López de
Castro1.
Las devastaciones de Osorio, denominadas así porque el gobernador de
la isla que las efectuó se llamaba Antonio de Osorio el cual ejecutó
la medida sin la anuencia del Rey de España, se efectuaron entre
1605 y principios de 1606. Como resultado, los poblados de la Banda
Norte fueron destruidos y se formaron nuevos poblados2.
Producto
de esta devastación esa parte de la isla quedó despoblada y a
merced de los corsarios y piratas.
La
Paz de Nimega, firmada en Europa en 1678, hizo que los gobernadores
de las poblaciones española y francesa se acercaran, y que se
estableciera un activo comercio de caballos, carne salada y cuero de
vaca entre ambos grupos de pobladores (1680). Si bien esto no impidió
enfrentamientos bélicos entre ellos (1690 y 1691, 1694), o que
España reclamara la salida de los franceses de la isla, sí implicó
que por primera vez se planteara la delimitación
del espacio a ocupar.
De manera informal y con absoluto carácter circunstancial, se
proponía el establecimiento del río
Rebouc o Guayubín
como límite en la parte norte, mientras que por el sur se trazaría
una línea imaginaria partiendo del curso de dicho río hasta la isla
Beata.
Esta
situación de reconocimiento tácito de la existencia de una colonia
francesa en el margen occidental de la isla fue confirmada por el
Tratado de Paz de Ryswick, firmado por Francia, Provincias Unidas,
Inglaterra, España y Alemania, en 1697. Aunque su contenido no hace
referencia a las colonias de esos países en América, sí sirvió de
estímulo a la coexistencia relativamente pacífica –no sin
problemas en cuanto a la fijación de las fronteras– de ambas
poblaciones. Esto se vio apuntalado por el hecho de que en 1701
ascendiera al trono español el nieto de Luis XIV, Felipe Anjou (con
el nombre de Felipe V), haciendo de España y Francia naciones
aliadas.
1.2
La Paz de Ryswick
Las
relaciones intercoloniales solo duraron diez años3
porque los enfrentamientos entre Francia y España continuaron debido
a que Francia pretendía apoderarse de toda la isla. Estos problemas
se reflejaron en el combate denominada sabana real de la Limonada,
donde el ejército español resultó ganador.
El
Tratado de Paz de Ryswick, fue firmado por Francia, Provincias
Unidas, Inglaterra, España y Alemania en busca de la paz, en 1697.
Aunque su contenido no hace referencia a las colonias de esos países
en América, sí sirvió de estímulo a la coexistencia relativamente
pacífica –no sin problemas en cuanto a la fijación de las
fronteras- de ambas poblaciones debido a que los franceses apoyados
en el tratado de Ryswick buscaban avanzar hacia el río Rebouc, algo
que los limitaba eran las villas de ciudadanos canarios en la
frontera.
Esto
se vio apuntalado por el hecho de que en 1701 ascendiera al trono
español el nieto de Luis XIV, Felipe Anjou (con el nombre de Felipe
V), haciendo de España y Francia naciones aliadas.
1.3
En busca de un acuerdo Definitivo:
Aranjuez
de 1777
Con
el ascenso de los Borbones franceses al trono de España se inicia,
pues, una nueva etapa en el proceso que condujo al formal
reconocimiento de la dualidad política de la isla, durante este
periodo se hicieron acuerdos que tuvieron carácter de provisional e
incompleto. Esto porque los franceses se aprovechaban de las riquezas
y los españoles no se lo impedían.
Fuente:
Sociedad 4, Henry Ramos Santos, Editorial Santillana S. A, Rep. Dom.
Hubieron
intentos de establecer líneas fronterizas formales desde el 1715 por
real cédula se le solicitaba al gobernador Español dejar los
asentamientos de franceses hasta donde habían llegados y empezar a
negociar una línea limítrofe. En 1735 a gestiones de la corte de
Madrid hubo un nuevo intento para una solución definitiva y completa
de la cuestión fronteriza. Esta no prospero.
1.3.1
Convención de Puerto Príncipe del 25 de Agosto de 1773.
En
los años 1770 y 1771 se llevaron a cabo negociaciones que parecieron
constituir etapas preliminares del convenio definitivo. Esto bajo
anuencia de las cortes de Madrid y París. El acuerdo al que se llego
en estas conversaciones se plasmo en la convención de puerto
príncipe de 1773, que firmaron los dos gobernantes de la isla. Sin
embargo, no fue acogido por el gobierno Francés.
Entonces
el gobierno español dictó instrucciones al Embajador español en
Paris s.e. Conde de Arana, a fin de que prosiguiera las
negociaciones, a fin de que si no se llegaba a un acuerdo España se
desentendería de las consecuencias, librándose en lo sucesivo a sus
recursos para la defensa de sus derechos soberanos.4
Esta
presión impuesta por España llevo a lo que se conoce como la
convención
de San Miguel de la Atalaya.
Un
primer paso fueron las negociaciones de 1776, entre el propio
gobernador de la parte española Solano y Bote y su colega Francés
Víctor Theresa Carpentier, realizadas en las líneas demarcatorias
existentes.
Este
convenio es la piedra angular del tratado de Aranjuez. La demarcación
se había cumplido a base de la colocación de 221 pirámides
mojones5
y señales. Desde la desembocadura del río Dajabón o Masacre, en el
norte, hasta la del río Pedernales o Anse-a-pietre, en el sur,
correspondiendo la primera pirámide No.1 a la segunda la No.221 y
grabándose en piedra, en los lados respectivos las inscripciones
France-España.
Todo
lo anterior fue la base de las negociaciones en la reunión llevada a
cabo por los plenipotenciarios de Francia y España en el lugar
conocido como el Real Sitio de Aranjuez.
Situada en el Real Sitio
Y Villa de Aranjuez
(Comunidad de Madrid).
El
resultado fue la firma del acuerdo de Aranjuez suscrito el 03 de
junio de 1777. El tratado consta de nueve artículos y contiene otras
previsiones en ocasión de ejecución de lo dispuesto y a prevenir
las eventualidades que pudieran presentarse en lo sucesivo sobre
ello.
1.4
Acuerdo de Basilea de
1795
La
vuelta a un estado de guerra entre Francia y España produjo el
resurgimiento de hostilidades entre ambas colonias de la isla. Este
estado de guerra fue hecho público en Santo Domingo por el bando del
Gobernador y Capitán General Mariscal de Campo Joaquín García
Moreno el 30 de Mayo de 1793.
El
Tratado de Basilea de 1795, firmado entre España y Francia puso,
definitivamente, fin al dominio de la primera sobre el territorio de
la isla de Santo Domingo. El Tratado de Basilea incluía el retiro de
las tropas de Francia del territorio de España, a cambio de que
España entregará a Francia el territorio español de la Isla de
Santo Domingo6.
El
22 de Julio de 1795 fue firmado el referido Tratado provocando una
situación de caos en los pobladores del territorio cedido, los que
habían luchado por siglos para evitar por las armas que los
franceses se apoderaran de Santo Domingo; pero con el Tratado de
Basilea esa población dominicana-española sintió temor y recelo de
la presencia de los ciudadanos franceses que se esperaba que pronto
tomarían el control de su territorio. Muchos fueron los que
plantearon su interés de emigrar a otros territorios españoles de
América.
El Tratado de Basilea comenzó a ejecutarse parcialmente, pues los franceses se encontraban en guerra contra los antiguos esclavos que habían iniciado en 1791 una revuelta en la parte francesa de la isla. En medio de esos conflictos, Toussaint Louverture invadió a la parte española en 1801 y ejecutó la unidad territorial contenida en el Tratado de Basilea, bajo Francia, lo que acrecentó el deseo de emigrar de los habitantes pudientes de la parte dominicana.
El Tratado de Basilea comenzó a ejecutarse parcialmente, pues los franceses se encontraban en guerra contra los antiguos esclavos que habían iniciado en 1791 una revuelta en la parte francesa de la isla. En medio de esos conflictos, Toussaint Louverture invadió a la parte española en 1801 y ejecutó la unidad territorial contenida en el Tratado de Basilea, bajo Francia, lo que acrecentó el deseo de emigrar de los habitantes pudientes de la parte dominicana.
El
predominio de Toussaint en la colonia francesa era, para entonces,
absoluto. Una de las primeras medidas de Toussaint fue la abolición
de la esclavitud, el nombramiento de negros en cargos públicos y el
fomento del cultivo de café, caña de azúcar y algodón.
Producto
de que Toussaint dirigía el grupo de Negros libres por primera vez
en la historia y el interés de Napoleón Bonaparte de restablecer
los beneficios que recibía; Napoleón buscaba implantar el antiguo
régimen en Saint Domingue y así la esclavitud. Para esto envió
tropas al mando de Víctor Manuel Leclerc el cual era su cuñado.
Toda
resistencia se concentro en Saint Domingue debido a que la parte
española fue dominada con facilidad. Toussaint fue derrotado y
enviado a Francia donde murió privado de libertad. De esta manera se
produce lo que los autores denominan como la “Era de Francia en
Santo Domingo”.
1.5
Las Causas y Consecuencias de la Invasión Haitiana de 1822
Producto
de la guerra de la reconquista y como resultado de la derrota de
Napoleón, ascendió al trono Luis XVI conde de Provenza, con el
nombre de Luis XVIII este recobró a través del tratado de París de
1814 el territorio de Santo Domingo en la parte oriental. Como
resultado del mal estado de la colonia producto del abandono de
España la isla entró en una crisis económica profunda y que
históricamente se ha denominado “España Boba”.
Por
lo que esta crisis económica durante gobernaba Juan Sánchez Ramírez
es una de las causas, por otra parte cuando muere Sánchez Ramírez
el 12 de febrero es sustituido por Manuel Caballero.
Sin
duda, la muerte de Pétion en 1818 convirtió a Jean Pierre Boyer en
el sucesor publico y la muerte de Henri Christophe (1820) lo colocó al frente de un estado haitiano unificado. Boyer siempre quiso
invadir la parte oriental de la isla y de esto tuvo conocimiento
Kinderlan. Además de Boyer en la parte Española existían otros
grupos con intereses como eran: los Pro-coloniales los cuales
apoyaban seguir en mandos españoles y los de la Pro-Colombia
encabezados por José Núñez de Cáceres. Este último logro de
cierta forma unificar fuerzas y declarar lo que conocemos como
independencia efímera, lo que no hizo Núñez fue abolir la
esclavitud. Envío a su vicepresidente Antonio María Pina, de
origen canario, a la gran Colombia con el objetivo de la unión del
reciente estado a la confederación liderada por Simón Bolívar.
Esto último no tuvo éxito.
El reciente gobierno nació con debilidades institucionales y la
imposibilidad del apoyo de Bolívar.
El
grupo Pro-haitiano liderado por gente interesado en unir la isla a
Haití tuvo éxito y lo materializaron cuando Boyer el 9 de Febrero
de 1822 traspaso los muros de la mas antigua ciudad del nuevo
mundo para recibir las llaves de la capital dominicana de manos del
propio Núñez de Cáceres. No hubo oposición alguna a este acto.
1.5.1
Medidas Adoptadas Por Boyer
Entre
las medidas adoptadas por Boyer a su llegada a Santo Domingo Español
podemos citar: La abolición de la esclavitud, hizo inscribir en el
ejército todo hombre con capacidad para las armas, Dictó leyes
contra la vagancia, entregó tierras a antiguos esclavos, transformó
el sistema jurídico y política del país y puso en vigencia el
Código Civil Frances.
1.5.2
Consecuencias
Las
disposiciones de Boyer suscitaron el rechazo de la generalidad de la
población de la parte Este. De una parte, la confiscación y reparto
de tierras se vio en gran medida limitado, ya que la forma comunera
de tenencia de tierras sin deslinde y delimitación exacta, así como
la madeja de derechos de posesión, división, usufructo, venta y
participación de que estaban afectados desde la era colonial, hacía
muy difícil la determinación de los verdaderos propietarios y los
derechos de cada cual. Por otra parte, el intento de imponer la
agricultura con fines de exportación encontró la oposición de los
grandes terratenientes y los pequeños campesinos que, en su gran
mayoría, estaban habituados a vivir del hato ganadero, el cultivo de
subsistencia y, en menor medida, del corte de madera.
Gracias
a las diferencias que existían entre dominicanos y haitianos en
todos los ámbitos. Se logro un pequeño acuerdo con el grupo
denominado la reforma en Haití, movimiento que buscaba el
derrocamiento del presidente Boyer.
Juan
Pablo Duarte, a su regreso de Europa asimiló las ideas liberales y
los métodos revolucionarios. Métodos que fueron utilizados en
nuestro país. Como fueron en la formación de la Sociedad Secreta la
Trinitaria el 16 de Julio de 1838 y más adelante la formación de la
Filantrópica. Ambos grupos buscaban la independencia nacional.
Boyer
es derrocado por Charles Aiene Herard, el cual pasó a ser presidente
de Haití y descuido la parte oriental de la isla por las
confrontaciones internas en Haití.
De
manera definitiva el 27
de febrero de 1844,
los trinitarios con Matías Ramón Mella al frente lanzaron el
trabucazo en la puerta de la misericordia el cual significaba la
proclamación de la Independencia Nacional.
Esta
fue una de las consecuencias principales la perdida de Haití de la
porción oriental de la isla. Se formo una Junta Gubernativa
Provisional liderada por Francisco del Rosario Sánchez, y luego se
nombró otra dirigida por Tomás bobadilla.
Fueron
necesarias varias batallas para materializar la independencia entre
las que podemos mencionar: la Batalla del 19 de Marzo, la de Fuente
de Rodeo y la del 30 de marzo.
Se
convocó a una asamblea constituyente que termino promulgando la
primera constitución dominicana en conjunto con el primer presidente
constitucional Pedro Santana.
Nuevas
batallas se lidiaron entre ambos estados, tal es el caso de la
batalla de Cachimán. En donde el ejercito dominicano salio
victorioso. Estas continuas batallas reafirmaron el poderío
dominicano y la decisión de mantenernos firmes como nación
independiente.
1.6
Tratado Fronterizo entre República Dominicana y Haití de 1929 y su
Protocolo de Revisión de 1936.
El
primer intento de un convenio entre República Dominicana y Haití
fue iniciado el 26 de julio de 1867. El presidente José María
Cabral había designado una comisión, integrada por Tomás
Bobadilla, Pedro A. Pina y don Juan Ramón Fiallo.
Las
negociaciones para el Tratado de Paz, Amistad y Comercio fueron
interrumpidas debido a la caída del presidente Fabré Nicolás
Geffrard, pero luego se reanudaron cuando el presidente Sylvain
Salnave, designó a la contraparte haitiana, integrada por Último
Lafontant, Linstand Pradine, Michel Joachim Saint Aude, Charles
Lecompte, D. Doucet y D. Pouil.
“Dicha
comisión se trasladó a Santo Domingo, portadora de un significativo
mensaje al presidente Cabral, cuyos términos francos y abiertos
merecieron la debida atención de éste, nombrando de inmediato a los
señores Tomas Bobadilla, Manuel María Valverde, Juan Ramón Fiallo,
Pedro A. Bobea, Carlos Novel y Juan Bautista Zafra”7.
En
este tratado, tal y como lo explica Alberto Despradel en su libro
“Relaciones Dominico-Haitianas”, no se trataron las cuestiones
fronterizas sino que se estableció un compromiso de paz, de amistad
y de respeto mutuo. También el tema de la extradición fue dejado
para un tratado especial. Despradel explica que este tratado no pudo
ejecutarse, pues el Congreso dominicano lo ratificó, pero no así el
Congreso haitiano y atribuye tal situación, a la lucha interna que
vivía Haití, con la revolución encabezada por el general Nissage
Saget, contra Salnave (Despradel, Alberto, Relaciones
Dominico-Haitianas, página 17, editora Manatí, 2004).
El
primer tratado entre los dos países se dio el 9 de noviembre de
1874. Previo al tratado el gobierno de Ignacio María González
designó como Comisionado Especial ante el gobierno haitiano al señor
Juan Bautista Zafra. De su lado, el gobierno de Nissage Saget designó
como comisionado a Félix Richiez. Luego una comisión integrada por
Juan Bautista Zafra, Carlos Nouel, José Gabriel García y Emiliano
Tejera, viajó a Puerto Príncipe para concertar el tratado8.
Sin
embargo, la comisión se encontró que el gobierno de Saget había
sido derrocado y ahora gobernaba Michel Domingue. Unos meses más
tarde, una nueva comisión dominicana integrada por Tomás Cocco,
José Caminero y Carlos Nouel, logró concluir el acuerdo frente a la
comisión haitiana, integrada por Guerrier Prophéte, Jean
Juslien Dasny Labonté, Valmé Lizaire y Emmanuel Amenón Gutiérrez.
En
el artículo 1 los dos Estados reconocen la soberanía que tienen en
ambas partes de la isla y en el artículo dos se comprometen a
mantener la paz y la cooperación.
El
artículo cuatro dice así: “Las Altas partes contratantes se
comprometen formalmente a establecer de la manera más conforme a la
equidad y a los intereses recíprocos de los dos pueblos las líneas
fronterizas que separan sus posesiones actuales. Esta necesidad será
objeto de un tratado especial, y para ese efecto, ambos gobiernos
nombrarán sus comisarios lo más pronto posible”.
Curiosamente,
el artículo 11 establece lo que pudo haber sido el primer tren
insular, cuando ambos Estados se comprometieron a construir un camino
de hierro que iría desde Puerto Príncipe hasta Santo Domingo. Es en
este Tratado, en su artículo 25, donde los dos Estados establecen
por primera vez relaciones diplomáticas, comprometiéndose a enviar
agentes diplomáticos, cónsules y vicecónsules a los puertos y
ciudades que sean necesarios9.
En
este tratado se incluyó por primera vez el convenio de extradición,
consagrado en los artículos 34 y 35, estipulando los crímenes por
los cuales se entregarán a la justicia del país recíproco las
personas extraditables, como son los homicidios voluntarios,
asesinatos, parricidios, infanticidios, etc.
En
1876 el gobierno de Boisrond Canald había anulado el tratado de
1874, pero en 1880 encontramos que el gobierno de Fernando Arturo de
Meriño firma una convención, por intermedio de su secretario del
Interior, Úlises Heureaux, y el secretario de Justicia haitiano, Carlos
Archin, para reestablecer las relaciones diplomáticas y los
anteriores acuerdos.
El
tratado que puso fin a los diferendos fronterizos y demarcó los
límites territoriales fue suscrito el 21 de mayo de 1929, y luego en
el año 1936 se firmó un protocolo de revisión.
El
artículo cinco de la Constitución dominicana establece que los
límites fronterizos están fijados por ese tratado y su protocolo de
revisión. Gobernaba Haití el presidente Louis Bornó, mientras que
República Dominicana era gobernada por Horacio Vásquez, cuando los
plenipotenciarios de ambos países llegaron a un feliz entendimiento.
En 1936, bajo el gobierno de Rafael Leónidas Trujillo, en República
Dominicana, y Stenio Vincent, en Haití, fue cuando se logró firmar
el protocolo de revisión del Tratado.
El
tratado, que sólo se refiere al tema de la delimitación fronteriza,
consta de 19 artículos, y es la legislación insular más importante
de la historia entre los dos países, pues pone fin a un tema de
grandes controversias.
CONCLUSIÓN
Al
cumplir los objetivos propuestos en esta investigación, podemos
percibir en forma general la historia que ha envuelto a los dos
países de esta isla, desde cuando eran colonias, hasta el siglo XX
donde se concluyó con los problemas fronterizos de carácter
territoriales y ya habían y siguen habiendo dos países con
soberanías y dos estados de ambas partes definidos por sus
correspondientes constituciones.
Las
fronteras del mundo siempre han sido y serán puntos de encuentros de
los pueblos donde se hacen intercambios comerciales y culturales.
Además de ser un punto de choque porque a través de ella suceden
conflictos de carácter económico, político, cultural y social.
Nuestra frontera no esta exenta. Aunque es normal que problemas
surjan de ella, también es cierto que debemos protegerla y tener
bien claros sus delimitaciones.
El
fenómeno de la globalización ha hecho que las fronteras se reduzcan
a puntos aislantes de intercambios que socavan su razón de ser. Aún
así debemos velar que nuestros países incluyendo la República Dominicana eduquen a sus ciudadanos con un valor sin igual y
excepcional basado en la cultura y la identidad nacional. Ya que solo
esto puede distinguir una nación de otra. No ha de ser que nuestro
país se transforme, tal como lo han hecho los países de la unión
europea, donde la frontera entre ellos es una mera línea. ¿Qué los
distingue entonces? Sin duda que la cultura es un factor distintivo
de importancia, así, como también su identidad nacional que
incluiría; idioma, tradiciones, religión y educación.
Apostemos
por un desarrollo fronterizo y por impulsar una educación basada en
valores e identidad nacional. Finalizo exhortando a todos a hacer
conciencia de nuestra frontera y su importancia binacional.
4
Copia del Documento enviado al Gobernador
José Solano para su conocimiento, Figura en el Archivo de las
Indias, de Sevilla, Santo Domingo, Legajo 1019.
5
Entiéndase por: Señal permanente que se
pone para fijar los linderos de heredades, términos y fronteras.
DRAE 2014. 22.ª edición.
6
Perez, Carlos Federico, Historia Diplomática de Santo Domingo, Tomo
I, Editorial Taller, Págs.82-92.
7
Páez Piantini
, William. “Relaciones dominico-haitianas: 300 años de Historia”
(Editora Mediabyte, 2004)
8
Perez, Carlos Federico, Historia Diplomatica de Santo Domingo, Tomo
II, Editorial Taller, Pags.240-250.
9
Convenios
Bilaterales entre República Dominicana y Haití, Secretaría de
Estado de Relaciones Exteriores, (editora Amigo del Hogar, año
2000).
Andrison Sánchez
Presidente de CONERI
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