François Mackandal, realidad histórica,
mito o leyenda, todo depende del enfoque en que se lleve el análisis, mientras
para algunos como el escritor cubano Alejo Carpentier que aborda
la personalidad legendaria de Mackandal en el marco de su novela
"El reino de este mundo (1949)", como un
personaje del realismo mágico, que él denomina lo real
maravilloso. Para otro como Wade Davis, en su libro “The Serpent
and the Rainbow (1985)”, la figura de Mackandal es abordada como un personaje
místico consagrado al vudú.
Desde la narrativa de Neil Gaiman
en su novela americana “Gods” y la escritora chilena Isabel Allende
en "La Isla bajo el Mar", pasando por el videojuego Assassin's
Creed: Liberation, la figura de François Mackandal asume diferentes roles, que
van desde el misticismo, la leyenda, hasta lo mágico religioso, que en
algunos momentos es realidad y en otro un mito. Pero para el haitiano, es un
símbolo de libertad y el inicio de la emancipación de todo un pueblo en la cual
sus gentes, pasaron de ser animales a convertirse en seres humanos.
Este héroe revolucionario fue denominado como esclavo bossale, descrito en algunas ocasiones como un sacerdote vudú o houngan. Su personaje ha dado lugar a numerosas leyendas populares en el folclore de la isla La Hispaniola. Pero sin lugar a dudas Mackandal es a menudo considerado como un símbolo de la lucha negra anti-esclavista, y como uno de los precursores de la Revolución de los esclavos de 1791, a pesar de que su muerte fue 33 años antes de este acontecimiento histórico.
De origen desconocido, cuyos
rasgos físicos lo identificaban como un esclavo de procedencia
del actual reino del Congo, otros historiadores proponen que su
etnicidad era la de un negro bakongo. Sin embargo, algunas fuentes indican
que su procedencia era árabe, ya que lo hablaba y escribía, lo cual permite
especular que provenía de la actual Senegal, Mali o Guinea,
aunque esta afirmación es tenue y altamente cuestionada, debido a la falta de
información bibliográfica y dado el predominio del vudú entre la población
negra de la isla y la asociación de su figura con esta creencia. Lo único
seguro es, que llegó a la colonia francesa de Saint-Domingue en
calidad de esclavo.
Según Moreau de Saint-Méry,
que escribe treinta años después de los hechos, Mackandal era esclavo en una
propiedad de Normant de Mézy en Limbé. Después de haber perdido una de sus
manos, en una prensa de molino de caña de azúcar, por su discapacidad
motora, a Mackandal se le encargó el cuidado de los animales.
Según el relato de este autor,
Mackandal se fugó luego de haber suscitado los celos de su amo por seducir a
una joven esclava negra de la cual su amo se había enamorado. Esto bastó para
que su amo encontrara un pretexto para maltratarlo, por lo que, frente a esta
injusticia, Mackandal huye y se convierte en un cimarrón.
En ese estado permaneció por 18
años, creando una red de organizaciones secretas conectadas con otros esclavos
de las plantaciones. Según CLR James, Mackandal tenía la misma elocuencia que
un orador europeo. Incitaba a los cimarrones a asaltar plantaciones en la
noche, incendiando las propiedades y matando sus propietarios.
A lo largo de seis años de
planificación y organización, Mackandal organizó una revuelta contra los amos blancos franceses.
Es probable que Mackandal haya tenido una estrecha relación con el vudú.
Considerado un houngan, se rumoreaba que era inmortal y era temido por sus
congéneres.
Preparaba venenos a
partir de plantas y los distribuía entre los esclavos con el fin de que estos
lo mezclaran en las bebidas o en los alimentos de los amos franceses. Para tal
fin, creó una cobertura secreta en las plantaciones.
Traicionado por uno de los suyos,
fue atrapado y torturado para que confesara, con el fin de que delatara a sus
cómplices, fue juzgado por el Consejo Superior de Cap-Français, (hoy Cap-Haïtien), por
el cual fue condenado a muerte el 20 de enero de 1758, y quemado vivo en
la plaza pública de Cap-Français.
Los negros afirmaron
que mientras ardía Mackandal logró saltar fuera de la hoguera convertido
en una bestia alada y voló para salvarse por lo cual, los esclavos exclamaban:
"Macandal sauvé!" (Mackandal salvado).
Según Moreau de Saint-Méry,
Mackandal inspiró en los esclavos negros más terror que
admiración, de tal manera, que los negros solían llamar "macandal" a
los venenos y a los envenenadores.
La ejecución de Mackandal en 1758
inspiro treinta y tres años después en 1791, la primera revuelta de esclavos
negros que culminaría con el establecimiento, en 1804, de Haití como
la primera república negra y libre del mundo.
Autor:
Luis Pérez Cabrera
Internacionalista, Abogado, Diplomático, Escritor y Catedrático Universitario de Diplomacia y Relaciones Internacionales.
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